LA SOBREPOBLACIÓN CANINA

Ya todos estamos conscientes del gran problema que representa tanto para humanos como para los mismos perros, el asunto de la sobrepoblación.

Monumento al perro callejero, México D.F.

Educar y conscientizar, es el paso uno para disminuir el problema que nos azota como cultura y especie, de hecho comenzaríamos por admitir que nosotros hemos provocado este circulo vicioso.

Siguiente, las prácticas de control como la esterilización, amonestar y evitar la compra de canes en la vía pública y mantener vivos a los refugios que han realizado todo un trabajo de filtro para que a tu familia llegue un perro sano y rehabilitado. Los refugios ubican los cúmulos de callejeros y los rescatan (a veces del franco maltrato de niños y adultos), para rehabilitarlos con cuidados médicos (curación de heridas superficiales y/o profundas, fracturas, quemaduras), orgánicas (aliviar síntomas de desnutrición, debilidad o aplicar la eutanasia en casos deshauciados), y los métodos de control de salud y población como la esterilización, vacunación y desparasitación. No podríamos dejar de lado la rehabilitación psicológica, ya que al convivir con humanos no agresivos y otros perros en condiciones de recuperación, muchas veces logran tener una vida normal.

Crecimiento exponencial del perro.

Al adoptar un perro de refugio, estás motivando el trabajo voluntario y no lucrativo de estos centros de rehabilitación canina, generando un sistema funcional para crear consciencia sobre la tenencia de una mascota pero sobre todo, dándole la oportunidad a otros perros que ocupen el espacio con la esperanza de ser adoptados.

En los animales se encuentra el reflejo de una sociedad, en ellos podemos ver nuestro nivel educativo, compasivo, responsable, higiénico y económico. Si bien la situación animal en México no es la más favorable, es momento de analizar cómo nos encontramos los humanos como sociedad y comenzar a hacer algo al respecto.